Cuando
el camino se cierra,
hay que
abrir nuevos caminos.
Falta
la bolsa de aseo. Creo que ya tengo ropa necesaria para la primera semana.
¿Para qué más? Allí ya compraré lo que necesite, no tiene sentido ir cargado.
Si fuera para quince días… ¡Pero serán dos años! O más.
Mañana
he de afeitarme, así que la bolsa de aseo la echaré mañana. He puesto todo: desodorante,
maquinillas, jabón, brocha, masaje, peine, colonia, cepillo de dientes, pasta…
Creo que no falta nada.
Allí ahora
es como aquí en febrero. Me llevo siete yerseis, uno por día.
¿Me
pasará esta noche igual que al de “El camino”? Ese libro me lo recomendó mi
mujer cuando hicimos el parque eólico de Monzón de Campos. Dormíamos en
Palencia. Ella lo había leído en el instituto. Yo era la primera vez que salía
para tanto tiempo. Venía a casa todos los fines de semana.
Me perdí ver crecer
a Juan.
Creo que
ya me está pasando… Estoy recordando como el del libro. Pero esta vez es
distinto. Desde Chile no se puede venir todos los fines de semana.
Dejo
aquí mi vida. Dejo mi familia. Llanos no ha pasado el primer corte de los
maestros, pero era la primera vez que se presentaba. Es fuerte. Sé que lo
conseguirá. Si no me voy ella tendrá que coger el primer trabajo que le llegue,
estamos al límite. El del banco ya me llamó ayer: “Debes tres meses, paga antes
del cuarto o la cosa se complicará”.
Juan
empieza el bachiller, en dos años la carrera. Si no me voy… ¿Podría estudiar
medicina? Tiene la ilusión de ser médico y su padre va a hacer todo lo posible
por que lo sea.
Al fin
y al cabo voy a llevar la vida de mi mujer cuando estudiaba. Estando en la
laboral de Cáceres sólo podía venir en Navidad, Semana Santa y verano. Yo
vendré también cada tres meses. ¿Ella lo soportará?
Hablaremos
por internet todos los días. Pero el cariño lo da el roce. Dos años es mucho
tiempo. ¿Qué ocurrirá dentro de dos años?
“Caminante,
no hay camino, se hace camino al andar”
Quedarme
aquí es consumirme viendo como las deudas nos comen. Irme es salvar el mundo de
mis hijos aunque sea a costa de cambiar radicalmente la relación con ella. Es
un salto a vacio para los dos. Pero debemos tener fuerza y confianza el uno en
el otro.
Poco
voy a dormir yo esta noche…
Hemos
de salir a las 7, el vuelo sale a las 12 y hay que estar dos horas antes.
Después 14 horas en el avión. Cuando lleguemos allí será ya de noche, sobre las
ocho de la noche. Aquí las cuatro de la mañana.
Mi
primera vuelta en Navidad. ¡A casa por Navidad! Aun no me he ido y ya quiero
volver.
¿Qué me
encontraré cuando vuelva dentro de dos años?