viernes, 5 de enero de 2018

Cincuenta años.

Cumplir cincuenta años
es solo el principio.


Cincuenta es una cifra de las llamadas redondas.

Tenemos monedas de 50 céntimos. Billetes de cincuenta euros.

Celebramos, cuando se consigue llegar, los cincuenta años de casados como las Bodas de Oro.

Cincuenta fueron los días que pasaron entre la Resurrección de Jesús y Pentecostés

Cincuenta es el número menor entero positivo expresable como la suma de dos cuadrados de números positivos en dos formas diferentes: 50 = 52 + 52 = 12+ 72.

Los romanos lo consideraban importante, tenía su propio símbolo: L.

Y hasta Grey tiene cincuenta sombras…

Indiscutiblemente el cincuenta es un número que marca hitos en nuestra existencia.

Este año los nacidos en mil novecientos sesenta y ocho cumplimos cincuenta años. Nuestro cincuenta cumpleaños lo recordaremos con más intensidad que cuando cumplimos veintisiete o cuando cumplimos treinta y cuatro.

Cincuenta es un cumpleaños digno de ser recordado.

Es tan importante que los nacidos en mi pueblo o los que sus padres son originarios de él, que este año cumplen cincuenta, estamos organizándonos para celebrar nuestro cincuenta aniversario. Hemos creado un grupo de WhatsApp en el que estamos incluidos veinte quintos y al menos faltan otros seis más por incluir. Sería curioso llegar a los veinticinco, la mitad de cincuenta.

Cincuenta… 50 escrito en números arábigos. L escrito en número romanos.

Los conductores con el carnet de conducir recién obtenido deben llevar la placa de conductores noveles durante el primer año.  Nosotros llevaremos durante este dos mil dieciocho también la placa “L” con nuestros cincuenta.

L.

La “L” de la placa de los novatos al volante se toma de la palabra ingresa learner, que en castellano significa aprendiz. Y así me siento yo, un aprendiz.

Con orgullo llevaré mi L de 50 durante este año. Aprendiz, novato, principiante… ¡Me queda tanto por descubir!

Parafraseando a Galdel : “Volver con la frente marchita / Las nieves del tiempo platearon mi sien. / Sentir que es un soplo la vida / Que cincuenta  años no es nada…"

¿Volver? ¿Dónde?

Las frentes de los veintiséis nativos o hijos de Villarejo de Fuentes que nacimos en mil novecientos sesenta y ocho están marchitas, con nieve plateando nuestras sienes. Con toda seguridad todos estamos sintiendo que ha sido un soplo estos cincuenta, que han pasado en nada…

Volver…

No deseo volver atrás.

Mi deseo es seguir adelante y, una vez pase este año de prácticas, empezar a sentir la carretera en mis manos, sentir la libertad del viento en mi frente, tener seguridad en mis actos, en mis maniobras de conducción.

Conduciré mi vida con mi propio estilo, siendo yo mismo.

Eso sí, este año iré con mucha precaución, llevo la "L"...