martes, 28 de mayo de 2019

28 de mayo de 1939


A gran devoción
grandes festejos



Este año se han cumplido ochenta años del fin de la guerra.

Hoy se cumplen ochenta años de la primera fiesta del Cristo después de la guerra. Tal día como hoy de hace ochenta años la procesión del Cristo salió a la calle después de dos años sin celebrarse.

En mil novecientos treinta y seis las imágenes del Cristo, de la Virgen y de otros santos fueron quemadas. Se salvaron las cabezas del Cristo y de la Virgen, que fueron rescatadas por dos fieles vecinos, arriesgando su vida.

En mil novecientos treinta y siete y en mil novecientos treinta y ocho no hubo procesión ni actos litúrgicos. No hubo fiesta. La guerra había secuestrado a los hombres jóvenes y con ellos secuestró las ilusiones de los padres de los solteros reclutados y la vida de los hijos y esposas de los casados.

Tal día como hoy, el veintiocho de mayo de mil novecientos treinta y nueve, salió de nuevo la procesión, pero esa procesión fue diferente. No había imagen. El Santísimo Cristo de los Pastores había sido quemado al inicio de la guerra.

Pero la devoción de los villarejeños fue fuerte, como siempre ha sido, y la imagen en tres dimensiones fue sustituida por una en dos. Una fotografía de nuestro venerado Santísimo Cristo de los Pastores presidió la procesión y paseó por las calles de Villarejo de Fuentes visitando cada una de las puertas de sus devotos vecinos.

A mis siete años quedaron grabadas en mi retina las lágrimas de las gentes que, cuando ese cuadro de Jesús se encaraba con la puerta de su casa, brotaban de sus ojos desnutridos, como si quisieran limpiar los sufrimientos de casi tres años de guerra y calamidades.

Durante aquella fiesta, algunas mujeres del pueblo que habían sufrido abusos y robos de los cabecillas de los desmanes, subidas a un cajón, improvisaron coplas denunciando, con cómicos aspavientos, los robos de jamón, trigo, vino, leche, animales…

No fue una fiesta normal, no. Pero fue el inicio de la vuelta a la normalidad.

Ochenta años ya… ¡Y parece que fue ayer!