viernes, 28 de junio de 2019

Abuelo con 51 años (II)


Cuando se han tenido tantos hijos,
la primera nieta solo es una más.


¡Pues no está poco preocupado! ¿Siendo primeriza que esperaba? Si hubiese parido ya once veces como la mía no se le hubiese atascado…

¡Que tiene la cabeza deformada! ¡Puñetas! ¡Si se muere otra harán!

Esta tarde cuando diga esta iremos a verlas, ahora hace mucho calor. La Mari se ha ido con él a conocerla, se va a llevar seis años y medio años con su sobrina, la verá como una muñeca, se le nota la ilusión.

¡Anda que…! Si tenía los ojos arrasados de agua...

No entiendo su preocupación, a mí se me murieron siete… Esta paría y si lo que naciera era fuerte salía y si se moría pues hacíamos otro.

¡Qué tontería preocuparse!

¡Vaya calor hace hoy!

Si hubiera hecho este calor hace quince días ahora ya estaríamos segando. Este año va la siega retrasada, otros años por San Pedro ya llevamos diez días de siega, y San Pedro es mañana... No sé si las bombas nucleares esas que están explotando en América tendrán que ver con este retraso.

Claro, que si llegamos a estar de siega lo mismo se mueren las dos, la madre y la chica. Mi hijo se tendría que haber ido antes de salir el sol a la siega y su mujer se habría quedado sola. Dice que él ha estado pendiente de la partera y del médico.

Aunque si no es por la partera nace muerta. Y se estraña… ¿Qué esperaba? Los médicos no valen para los partos. Los hombres no están hechos para ayudar a parir, eso es cosa de las mujeres.

Que les ha dicho el médico esta mañana que aún no había empezado el parto… ¡Que sabrá este médico de partos!

Voy a echarme un celtas. A ver si me dejan fumármelo tranquilo todos estos, ojalá se hubiesen casado ya todos, pero solo se ha casado el mayor... Como venga alguno: “¡Morral! ¡Ya te estás yendo!”

Yo no me acuerdo de mis abuelos, mis padres eran ya mayores cuando me tuvieron. Claro, que eran otros tiempos…

Ahora dos viudos con hijos no se casarían. Y con su edad… No les dio tiempo más que para tenerme a mí. Siendo los demás hijos ya muy mayores, dicen que cuando nací yo era el juguete de todos, “mi marquesillo” dicen que me llamaba mi madre, por eso mi mote.

Yo fui fuerte y salí. Si la nieta es fuerte saldrá y si no pues a por otro.

No le he preguntado cómo se va a llamar, aunque lo mismo ni la bautizan, según me ha dicho que está lo mismo no llega a mañana.

Esta tarde iremos a verlas. Ya se habrán recuperado un poco. Casi cincuenta y un años y abuelo… ¿Nietos para qué? Para sus padres.