Nada es imposible
Todo lo que imaginas se puede realizar.
¡Ahí está otra vez…!
Es la quinta vez que
aparece y nada puede ser tan hermoso.
¡Azul!
Que pequeña se ve desde
aquí…¡ Y que hermosa!
He tenido el honor de transmitir
para todo mi país, para toda la Tierra, justo en el momento que la veíamos
salir por cuarta vez, los primeros diez versos del Génesis, en esta noche de
Noche Buena, en esta noche de regeneración, en esta noche de mil novecientos
sesenta y ocho en la que celebramos el nacimiento de Nuestro Señor.
Tengo grabados los
versos en mi memoria. Los tendré para toda mi vida…
Poder recitarlos mientras veía aparecer mi Tierra, mi mundo, mi hogar... ¡He llorado en silencio mientras los recitaba!
“En el principio creó
Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la
luz; y fue la luz.
Y vio Dios que la luz
era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la mañana y las tarde y la mañana un
día.
Luego dijo Dios: Haya
un firmamento entre las aguas, y que divida unas aguas de otras.
Y Dios hizo el
firmamento, y dividió las aguas de debajo del firmamento, de las aguas que
estaban sobre el firmamento. Y fue así.
Dijo también Dios:
Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo
seco. Y fue así.
Y llamó Dios a lo seco tierra, y a la reunión de las aguas la llamó mares. Y vio Dios que era bueno.
Y por parte de la
tripulación del Apolo 8 terminamos diciendo: Buenas noches, buena suerte, Feliz
Navidad y que Dios los bendiga a todos ustedes en la buena Tierra.”
Y aquí estoy... En esta
misión que orbitará la Luna diez veces, viendo cada dos horas como la Tierra amanece
sobre la superficie lunar. Daremos diez vueltas, veremos diez amaneceres…
No puedo imaginar nada
más hermoso, ver esa canica azul emerger poco a poco de esta superficie gris
lunar… ¡Que hermoso!
Doy gracias a Dios por
estar aquí. Por dejar que yo sea una de las tres personas de esta tripulación,
una de las tres primeras personas que orbitan la Luna, una de las tres primeras personas que ven como la Tierra amanece sobre la
superficie de nuestra Luna.
¡Me siento dichoso!