domingo, 16 de diciembre de 2018

Apolo 8: La salida de la Tierra.


Nada es imposible
Todo lo que imaginas se puede realizar.



¡Ahí está otra vez…!

Es la quinta vez que aparece y nada puede ser tan hermoso.

¡Azul!

Que pequeña se ve desde aquí…¡ Y que hermosa!

He tenido el honor de transmitir para todo mi país, para toda la Tierra, justo en el momento que la veíamos salir por cuarta vez, los primeros diez versos del Génesis, en esta noche de Noche Buena, en esta noche de regeneración, en esta noche de mil novecientos sesenta y ocho en la que celebramos el nacimiento de Nuestro Señor.

Tengo grabados los versos en mi memoria. Los tendré para toda mi vida…

Poder recitarlos mientras veía aparecer mi Tierra, mi mundo, mi hogar... ¡He llorado en silencio mientras los recitaba!

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la mañana y las tarde y la mañana un día.

Luego dijo Dios: Haya un firmamento entre las aguas, y que divida unas aguas de otras.

Y Dios hizo el firmamento, y dividió las aguas de debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.

Y llamó Dios al firmamento cielo. Fue la mañana y la tarde del día segundo.

Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.

Y llamó Dios a lo seco tierra, y a la reunión de las aguas la llamó mares. Y vio Dios que era bueno.

Y por parte de la tripulación del Apolo 8 terminamos diciendo: Buenas noches, buena suerte, Feliz Navidad y que Dios los bendiga a todos ustedes en la buena Tierra.”

Y aquí estoy... En esta misión que orbitará la Luna diez veces, viendo cada dos horas como la Tierra amanece sobre la superficie lunar. Daremos diez vueltas, veremos diez amaneceres…

No puedo imaginar nada más hermoso, ver esa canica azul emerger poco a poco de esta superficie gris lunar… ¡Que hermoso!

Doy gracias a Dios por estar aquí. Por dejar que yo sea una de las tres personas de esta tripulación, una de las tres primeras personas que orbitan la Luna, una de las tres primeras personas que ven como la Tierra amanece sobre la superficie de nuestra Luna.

¡Me siento dichoso!



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