viernes, 26 de septiembre de 2014

Velando a la madre

En el tanatorio, un hijo cierra los ojos frente al cristal
que lo separa de su madre inerte. ¿Qué pensamientos tendrá?


Estremece ser ya el primero de la línea.

Sentir que entre Él y yo no queda nadie más.

Sobrecoge saber que en mi camino ya no tengo a nadie delante.

Que un día, avanzando por la niebla del destino, perderé pie y caeré en ese abismo que es la muerte.

Mis abuelos ya cayeron. El primero cuando yo era tan solo un niño. Después le siguieron los demás.

Poco hace que mi padre también perdió pie.

Y ahora mi madre…

Esta noche es la última que podré ver su cuerpo. Esa tez de cera que deja la muerte…

Me quedo en primera línea y mis pasos no los puedo parar. El terreno aún es firme, pero… ¿Cuánto durará?

El nebuloso futuro esconde el abismo final.

¡No te disipes fría niebla! ¡No quiero saber cuándo llegará!

jueves, 18 de septiembre de 2014

Amasando


En el pasado entre nuestra gente. En la actualidad en casi todas las culturas: 
La resignación es la única respuesta posible de la mujer.



¡Si yo no lo quiero! Pero padre le ha dicho que sí…

Si sé cómo es. Si ya lleva cuatro años en casa.

Le falta agua a la masa, va dura.

Cuatro años de pastor y le dice que sí. ¿No se habrá dado cuenta padre de cómo es?

Si ni a las ovejas trata bien, si no sabe ordeñar en condiciones…

Ahora va mejor, ya corre la masa en la artesa.

¡Yo aprendiendo el corte para que me dé al más tonto!

¿Y quién le dice a padre que no? ¿Madre? Con ver la cara que ha puesto me vale, pero ni ella es capaz de oponerse. ¡Contradícele!

Yo creo que ya está, está ligada y se le nota el calor. A taparla.

A mis veintiún años y que padre no haya esperado. ¡Con los mozos que hay en el pueblo…!

Se nota el agua fría. La masa calienta las manos.

Mi pena es que mi masa no se va a amasar por unas manos que la merezcan. El pan se nota cuando lo hago yo. ¡Pero menudas manos me van a amasar! Si ya veo como ordeña…

¡No merezco algo así! Pero si Dios quiere tendré que aceptarlo.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Leyendo sobre Diógenes de Sínope

Diógenes de Sínope, el más provocador e insobornable de los sabios del siglo IV a.C. Se paseaba por Atenas con un farol encendido diciendo ‘Busco a un hombre’. Los que se cruzaban con él le respondían que había muchos hombres, a lo que él replicaba ‘Busco un nombre de verdad, uno que viva por sí mismo, no un indiferenciado miembro del rebaño’. (…) Una vez estaba tumbado en el suelo tomando el sol casi desnudo, se le acercó el que sería  gran conquistador Alejandro Magno, cuando era alumno de Aristóteles, y le dijo: ‘Pídeme lo que quieras’; a lo que Diógenes respondió: ‘Pues apártate y no me hagas sombra’. Alejandro se marchó, pero, entre risas burlonas de sus compañeros, se dijo a sí mismo: ‘Si no fuera Alejandro, yo quisiera ser Diógenes’.” (Lectura del número 127 de la revista de Historia de National Geographic).

Yo quisiera ser Diógenes”. ¿Y quién no? Vivía a su aire, sin importarle lo que los demás pensaran de él.

¡Y cuántos miembros tiene el rebaño! Ayer todas a la vez se fueron de la piscina. Se levantó una oveja y todas las demás la siguieron. ¡Increíble!

La verdad es que yo me siento muy cerca de Diógenes. No aguanto la masa, no sigo a la masa. ¡Detesto la masa!

¡Y si no cuando siguen al líder! Ha sido gracioso ver cómo se han movilizado después de que la cría, con esa edad, haya hecho lo que ningún mayor se atrevía. Y ahora disimulan y ninguna se había dado cuenta. ¡Lo que pasa es que no se atrevían a hacerlo! Esa niña sí que tiene madera de lider.

Diógenes de Sínope… ¡Necesitamos más de Diógenes y Alejandro!  Su mezcla haría que eliminásemos la educación inculcada que no nos cuestionamos y que nos ata.

Nos reeducaríamos y seríamos libres.

¡Yo ya lo intento!


viernes, 5 de septiembre de 2014

Paseando al perro

Dos meses sin cobrar. Esto pinta mal. No me creo lo de que el problema es que el banco no les admite el descuento de los pagarés.

Sin dos nóminas y en la cuenta saldo sólo para dos meses más. ¡Pinta mal!

A ver si el perro elije donde cagar. Parece que esta noche no le gusta ningún sitio.

¡Con lo que podríamos tener!

Claro, que el cuerpo se lo ganó.

Y con la herencia hicimos lo que ella quiso. Quería ir a Cancún, Argentina, los fiordos… Y di que no… ¡Se va sola y aquí te quedas!

Este rodal parece que le gusta. ¡Caga ya leche!

¿Y si siguen sin pagarnos? ¿Mis padres?

Anda que como les tenga que pedir… ¡Menuda cara me van a poner! ¡Me van a decir de todo menos guapo!

Ellos toda la vida uñeteando, pasando los años con lo poco que daban las tierras y ahorrando, mientras yo ingresaba en tres meses más que ellos en un año. ¡De todo menos guapo!


Ala, a recoger la mierda. ¡Y más mierda que tendré que recoger si sigo sin cobrar!