¿Niño o
niña?
¿Qué harán
para mí cuando crezcan?
Qué
cielo tan hermoso. La luna nueva deja ver todas las estrellas. Es como si todas
las luces del cielo se hubiesen encendido para saludarla.
¡Qué
chica tan hermosa!
Cuando
me lo ha dicho su hermana se me han arrasado los ojos de agua. He tenido que
irme al corral para que no me vieran llorar. ¡Llorar de emoción!
De
recordarlo se me llenan los ojos de lágrimas. Un par de caladas profundas
seguro que lo arregla.
¡En el
corral esta mañana me he fumado cuatro pitillos!
Y
cuando he vuelto… Pensaban que me había ido enfadado. No se creían que estaba
contento. ¡Sólo cuando la he cogido se han dado cuenta de mi alegría!
¡Qué
guapa! Morena, esos ojos negros, esa piel tan blanquita…
¡Un
lucero al que las estrellas han venido a saludar!
Luego
he ido a casa de mis padres a decírselo. ¡Su primera nieta!
Madre
se ha puesto a llorar. ¡De alegría! Se acordaba de la chica que se le murió.
Cinco chicos y la única chica se le muere antes de cumplir los seis meses…
Padre siempre
tan sensato: “Un chico en diez años te estaría ayudando en el campo, pero
cuando se casa lo pierdes. Una chica es para siempre. ¡Ya tienes el chorizo
asegurado!”
Qué
razón lleva. Mi mujer cuando este año matamos el primer gorrino, nada más freír los
chorizos les llevó a sus padres media docena…
¡Ya
tengo el chorizo asegurado!
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