sábado, 14 de marzo de 2015

El chorizo asegurado

¿Niño o niña?
¿Qué harán para mí cuando crezcan?



Qué cielo tan hermoso. La luna nueva deja ver todas las estrellas. Es como si todas las luces del cielo se hubiesen encendido para saludarla.

¡Qué chica tan hermosa!

Cuando me lo ha dicho su hermana se me han arrasado los ojos de agua. He tenido que irme al corral para que no me vieran llorar. ¡Llorar de emoción!

De recordarlo se me llenan los ojos de lágrimas. Un par de caladas profundas seguro que lo arregla.

¡En el corral esta mañana me he fumado cuatro pitillos!

Y cuando he vuelto… Pensaban que me había ido enfadado. No se creían que estaba contento. ¡Sólo cuando la he cogido se han dado cuenta de mi alegría!

¡Qué guapa! Morena, esos ojos negros, esa piel tan blanquita…

¡Un lucero al que las estrellas han venido a saludar!

Luego he ido a casa de mis padres a decírselo. ¡Su primera nieta!

Madre se ha puesto a llorar. ¡De alegría! Se acordaba de la chica que se le murió. Cinco chicos y la única chica se le muere antes de cumplir los seis meses…

Padre siempre tan sensato: “Un chico en diez años te estaría ayudando en el campo, pero cuando se casa lo pierdes. Una chica es para siempre. ¡Ya tienes el chorizo asegurado!”

Qué razón lleva. Mi mujer cuando este año matamos el primer gorrino, nada más freír los chorizos les llevó a sus padres media docena…


¡Ya tengo el chorizo asegurado!




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