El cuerpo es un todo y cada parte tiene su
función.
Si una parte la inhibes, pierdes parte de tu
yo.
Este
sol de las mañanas de primavera hace milagros.
Se nota
el calor en cada parte de mi cuerpo. Me embriaga. Hace que me sienta en otra
dimensión.
Desde
la cirugía que me hicieron en invierno me siento menos agresivo. Noto que no
tengo el ímpetu de otros años. Es como si el celo no hubiese pasado por mí este
año.
Y este
sol… ¡Cómo embriaga!
Siento
que he engordado. Mi pelo tiene mejor color. Mi carácter es más pacífico.
Me
siento como un gran gato. Apacible.
Fiel. Sobón.
Así
tumbado, sintiéndolos rayos de sol en cada centímetro de mi piel, su calor, su
energía… ¡Qué paz!
Podrán
decir que un "castrato" no es un macho completo, pero yo me siento en paz. Es
como si se hubiese despertado mi otro yo. Mis emociones han cambiado. ¡Y me
siento genial!
Puede
que esté acumulando grasa, pero eso lo solucionaré. Un poco de ejercicio
después del verano y estaré ágil de nuevo.
Qué paz
con este sol…
Además,
ella me trata mucho mejor. No sé si será por estar yo más tranquilo o será que
no me afectan tanto las regañinas…
El ama es
el ama. Ella ha sido siempre el ama. Quien ha dicho lo que hay que hacer. Y
cuando he hecho algo diferente… ¡Castigo! Me gusta que ella sea el ama.
¡Noto
el sol en mi cara! No quema. Que paz…
Debe estar a punto de llegar con los niños,
son más de las dos.
Tengo
la comida preparada, la mesa puesta, el vino que le gusta en el frigorífico…
Hace
unos meses estaría pensando en una siesta sexual, pero ahora no siento ese
deseo. Sólo ronronear a su lado, al lado de mi ama, el ama.
Este
sol de primavera…
Entre necesidad y sinceridad, tu maullido complaciente me ha impresionado felinamente.
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