El
tiempo. Trascurre de forma constante.
¿Aún
crees que sí?
El efecto de la gravedad sobre el tiempo lo
explica la Teoría de la Relatividad. El tiempo lleva un ritmo diferente en
función de la gravedad que se soporta. Cuanto mayor es la gravedad más despacio
trascurre el tiempo.
En nuestras vidas ocurre algo parecido. El tiempo
trascurre diferente para diferentes personas. Incluso trascurre de forma
diferente para la misma persona en función de sus circunstancias.
Puede que haber visto “Interstellar” me haga
reflexionar no sobre lo lejano, no sobre galaxias inalcanzables, no sobre
agujeros negros, sino sobre el mundo que me rodea.
A mi alrededor veo personas para las que el
tiempo simplemente es una carga, para las que vivir es una amargura. Para ellas
el tiempo trascurre lentamente. Les causa un grave sufrimiento. Se sienten
pesados y su gravedad aumenta con el paso de los años.
Otras en cambio tienen luz, alegría, energía…
Desean vivir para hacer, para disfrutar, para descubrir, para experimentar. Se
sienten livianos y su deseo de vivir aumenta día a día. Su tiempo se hace
corto, como en ausencia de gravedad.
Y estas sensaciones se transmiten a los que
les rodean.
Una persona pesada es capaz de infligir pesados sentimientos negativos a todo
aquel que la rodea. No quiere que su tiempo pase, no celebra cumpleaños, no
quiere alegrías. Su mayor disgusto es que pasen los días y que en el espejo aparezca
una imagen que no reconoce y para la que no recuerda nada de lo que sentirse
orgulloso. Y esos sentimientos se los trasmite a los demás cual estrella
moribunda, en proceso de implosión,que haciéndose cada vez más densa, hace
rotar a sus planetas a su alrededor sabiendo que los destruirá, pero de ninguna
manera los dejará escapar.
Estar cerca de una persona liviana es todo un regalo de este
universo. Son risas, son ganas, son sensaciones de que el mundo hay que comérselo
porque sabe bien. Vive y deja vivir. Su mayor alegría es cumplir años porque al
cumplirlos siente que vive y que deja su impronta en este mundo. Se siente su energía,
se siente su alegría, se siente su luz cual estrella luminosa que disfruta
haciendo lucir las colas de los comentas que la visitan para sentir su vitalidad.
No conozco una “Teoría de la Relatividad
sobre la Personalidad” que de sustento matemático a lo que percibimos día a día
a nuestro alrededor. Nuestras grandes mentes han buscado explicar lo lejano, lo
no visible, lo no cotidiano.
Puede que sea más difícil formular una “Teoría
sobre los sentimientos humanos y su relación con el tiempo que percibimos”, y las
implicaciones en su entorno, y en el propio emisor, que imaginarse estar
rotando alrededor de un agujero negro en el límite mismo de su horizonte de
sucesos.
Si traspasamos el horizonte de sucesos nunca volveremos.
Si nos
dejamos arrastrar por ciertas personas tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario