Nuestros
hijos cumplen años
y
nuestros recuerdos de niño afloran.
Hace
casi cuarenta y dos años que yo cumplí siete. Tú los cumples hoy.
Hace
casi cuarenta y dos años yo estaba expectante. Para mí, cumplir siete años era
algo especial. Nací un día siete. Cumplir siete el siete para mí era, y fue, un
gran acontecimiento. Una de las cosas más importantes de mi vida.
En mi
infancia, no sé por qué, recuerdo muy pocos momentos de afecto. Las sensaciones
del día en que cumplí siete años son, con creces, de los recuerdos más
afectuosos que tengo.
Recuerdo
que ese día vino mi tía Emilia a felicitarme. Yo estaba en el almacén que
teníamos en la planta baja de la casa de mis padres, era todo diáfano, en él mi
padre guardaba el camión.
Mi tía
llegó y me tomó en sus brazos. Me abrazó. Me besó. Me acurrucó en su seno.
Después me sentó en una mesa que teníamos allí y me hizo arrumacos. “¡Que mayor
es ya mi chico!” me decía.
Recuerdo
su cariño, su ternura, su calor.
Recuerdo
que mi madre también estaba allí. Que ambas reían. Yo me sentía el ser más
feliz del universo. ¡Reían y eran felices porque yo cumplía siete años!
Tú los
cumples hoy. Para mí este día, tu día, es muy importante. Para mí, que tú
cumplas siete años es, como fue cuando yo los cumplí, una gran acontecimiento.
No sé
qué recuerdos tendrás cuando seas mayor. No sé qué cosas quedarán grabadas en
tu memoria. No sé qué cosas están impresionando tus neuronas infantiles que
harán que cuando seas mayor las recuerdes.
Sé lo
que yo recuerdo.
No sé
si un día recordarás que me encanta darte cariño, que me encanta leerte un
cuento al acostarte, que me encanta estar contigo cuando te pones el pijama,
que me encanta despertarte por la mañana poco antes de las ocho, que me encanta
cómo hueles poco después de despertarte, que me encanta ayudarte cuando te
vistes, que me encanta poner la pasta de dientes en tu cepillo para que te los
cepilles, que me encanta preparar tu desayuno, que me encantan tantas y tantas
cosas que hago contigo…
Me
encanta darte amor. Me encanta que te sientas querido. Me encanta que me pidas
mimitos. Me encanta acariciar tu espalda. Me encanta abrazarte mientras los dos
estamos sentados en el sillón.
Me
encanta que cumplas siete años. Que seas cada vez más mayor. Que tus recuerdos
se vayan fijando cada día con más intensidad. Que cuando seas más mayor
recuerdes mis abrazos, mis cariños, mis mimitos, mis sentimientos hacia ti…
Algo en
mi interior me dice que tu séptimo cumpleaños será especial para ti. Para mí el
mío lo fue. O puede que sea que, como el
mío fue especial, creo que el tuyo también lo será.
Sea
como fuere, hoy he querido contarte, por si en tu memoria este día, el día en que cumples siete años, no quedara
como un día especial, que para mí mi séptimo
cumpleaños fue muy, muy especial. Y que mi intención es que todos tus días sean
especiales.
Y que me
encanta tenerte.
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